La Patagonia / Aysén Reserva de Vida

El Sueño de Aysén

La Región de Aysén, es un sueño hecho realidad, que sus habitantes están dispuestos a legar a los miles de ayseninos que vendrán: un futuro próspero no sólo en lo económico, sino también en la calidad de vida que aún existe y que, lamentablemente, cada día es más esquiva en las grandes ciudades que a veces nos muestran como modelo a seguir.

Son muchas las organizaciones regionales y ciudadanos de Aysén que han aportado en este sentido a través de la separación y el reciclaje de desechos sólidos en La Junta y Puyuhuapi, el proyecto “Sabores de Aysén” para productos y servicios regionales de calidad basados en nuestra identidad y el cuidado de los recursos naturales, que ha sido reconocido a nivel nacional e internacional. La energía renovable y el agua como derecho humano también han sido parte de nuestros afanes.

Estas agrupaciones ciudadanas impulsan el desarrollo de Aysén, pero no con tecnologías devastadoras, sino con métodos adecuados a cada territorio, que respeten la biodiversidad y mantengan los recursos para las generaciones futuras.

La Estrategia de Desarrollo Regional establece que “la Región de Aysén aspira a ser una región descentralizada y a obtener una alta calidad de vida, sustentada en un crecimiento económico alto y equitativo, que se fundamentará en la conservación de la calidad medioambiental y en la integración del territorio”.

También el Plan Regional de Ordenamiento Territorial o la Carta Magna del Proyecto ACCA de la Patagonia, que suscribió el Presidente Ricardo Lagos en Cochrane en febrero de 2006, fueron formulados con amplia participación ciudadana y responden a las orientaciones de política regional.

Los ayseninos esperan que la Presidenta Michelle Bachelet cumpla su compromiso del Mensaje del 21 de Mayo de 2006 cuando dijo que “ningún proyecto de inversión podrá pretender hacerse rentable a costa del medioambiente y que no se evaluarán proyectos aislados, sino que se incorporará el manejo integrado de cuencas como eje de la nueva política ambiental”.

Aysén tiene excepcionales y frágiles cualidades ambientales y una importancia mundial para la conservación, como lo reconocieran el Banco Mundial y el WWF. Es de las pocas zonas en el mundo que mantiene en gran medida su estado original, por lo que parte de su territorio es considerado Reserva de la Biósfera y se le está postulando como Patrimonio de la Humanidad.

Destino Turístico

El turismo mundial presenta un crecimiento sostenido, ya que cada vez más personas viajan en busca de descanso, recreación y, muy especialmente, de espacios de reconexión con el mundo natural.

En los últimos cincuenta años la población urbana mundial se ha cuadruplicado. En algún momento del año 2007, más de la mitad de los habitantes del planeta vivirá en áreas urbanas. En Chile superamos ese umbral en los años cuarenta y hoy día el 87 por ciento de los chilenos vivimos en ciudades. Una de las consecuencias de convertirnos en habitantes urbanos, viviendo en ambientes construidos y altamente intervenidos, es el desvanecimiento gradual de nuestra relación con la naturaleza, que ha pasado a ser una especie de trasfondo lejano de nuestra vida cotidiana Según la Organización Mundial de Turismo, en 2006 esta industria movilizó 850 millones de personas, que generaron ingresos por 720 mil millones de dólares, superando las exportaciones de petróleo, con una tasa de crecimiento de 11 por ciento anual en las últimas cinco décadas.

Chile no escapa a esta tendencia mundial. En 2005 arribaron al país 2,1 millones de turistas, generando ingresos del orden de los 1.400 millones de dólares, una cifra equivalente al 65 por ciento de las exportaciones de fruta, al 83 por ciento de las exportaciones de la industria salmonera, al 84 por ciento de la industria forestal y de celulosa, e incluso superando las emblemáticas exportaciones de vino en un 57 por ciento. Aunque al país aún le falta dar al turismo el reconocimiento y apoyo que reciben otras áreas de la economía, actualmente el Servicio Nacional de Turismo está consciente de los actuales beneficios y potencialidades del sector, y reconoce al turismo basado en la naturaleza, como el que ofrece claras ventajas comparativas en Chile. Es así como este organismo ha venido promocionando al país en los mercados internacionales bajo el lema: “Chile, naturaleza que conmueve”.

Efectivamente, el ecoturismo atrae viajeros motivados por la apreciación de áreas naturales relativamente intocadas, en conjunto con sus valores socioculturales e históricos, a través del desarrollo de actividades de bajo impacto, que promueven la conservación e involucran activamente a las comunidades anfitrionas, proporcionando claros beneficios socioeconómicos locales y regionales.

Lo anterior es avalado por el millón y medio de personas que visitaron durante 2006 el Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas del Estado, 40 por ciento de ellas extranjeros. Esta cifra, que equivale al doble de las visitas efectuadas en 2001, constituye un indicador del creciente atractivo que despiertan estos ambientes naturales para el desarrollo de las distintas actividades de ecoturismo. Como muestra de las potencialidades del sector, si lográramos, por ejemplo, que el Parque Pumalín fuera visitado durante cuatro días por un 10 por ciento de las personas que anualmente visitan el Parque Nacional Puyehue, en la Región de los Lagos, esto significaría unas 38 mil personas, cuadruplicando el número actual de visitas, con un aumento significativo del ingreso anual para los habitantes de la provincia de Palena.

El ecoturismo, junto al compromiso de los ciudadanos y los gobiernos para proteger y conservar las áreas silvestres, se despliega entonces como una oportunidad única de asignar un valor económico directo —no extractivo, y ambientalmente responsable— a nuestro patrimonio natural, contribuyendo al desarrollo de localidades y regiones y, simultáneamente, asegurando la preservación de especies y ecosistemas.

Patrimonio de la Humanidad

En los últimos años se ha generado un importante proceso en la región de Aysén, tendiente a revalorizar el patrimonio natural por parte de la población local, relacionando su protección con la conservación de la identidad, la cultura y el futuro bienestar de sus habitantes. Esa vinculación del futuro de una comunidad humana con la conservación del patrimonio natural es la mejor garantía para su supervivencia.

Los mega proyectos hidráulicos vienen por cierto a transgredir los intereses y políticas regionales, que por años se han venido diseñando entre autoridades públicas y actores privados, las cuales están orientadas hacia una visión que se define como “Aysén Reserva de Vida”.

Diversas políticas e instrumentos participativos de desarrollo y ordenamiento territorial han reforzado esta visión de futuro:

La Estrategia de Desarrollo Regional 2000–2006 de la Región de Aysén, tuvo como imagen objetivo: “…aspirar a ser una región descentralizada y a obtener una alta calidad de vida, sustentada en un crecimiento económico alto y equitativo, que se fundamentara en la conservación de la calidad medio ambiental y en la integración del territorio”.

Las comunas en que se encuentran los ríos Baker y Pascua son parte del Área de Conservación de la Cultura y el Ambiente (ACCA de la Patagonia) proyecto que cuenta con el apoyo del Gobierno Regional y los Parques Naturales de Francia y la Comunidad Europea.

El Plan de Ordenamiento Territorial de Aysén (Serplac Aysén) define usos turísticos, ganaderos, forestales, conservación y protección en el área que comprende el proyecto de Endesa y Colbún.

En el primer tramo del Baker se encuentra en la Zona Nacional de Interés Turístico del Lago General Carrera (Sernatur) y en su desembocadura se encuentran los Monumentos Nacionales y Zona Típica de Caleta Tortel e Isla de Los Muertos (Consejo de Monumentos Nacionales). También existe una nueva propuesta de Zona de Interés Turístico Nacional y de Monumento Nacional (Plan de Ordenamiento Territorial).