Salgado y Blanco se reunirán hoy para preparar los presupuestos de Fomento para 2011

Martes, 17/08/2010 – 21:41

La vicepresidenta segunda y ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, y el ministro de Fomento, José Blanco, se reunirán este miércoles para tratar los presupuestos de este departamento para el ejercicio 2011.

Al término de la reunión ambos mantendrán un encuentro informativo con los medios de comunicación, informó el Ministerio de Economía y Hacienda.

El Ministerio de Fomento anunció un recorte de inversión en obra pública de 6.400 millones de euros para el próximo ejercicio debido al plan de ajuste del Gobierno.

Sin embargo, hace una semana Zapatero anunció que el Gobierno se plantea retomar una serie de proyectos de infraestructuras si los Presupuestos de 2011 dejan margen para ello, lo que permitiría «aliviar» la situación tanto de comunidades autónomas como de empresas constructoras.

Un ajuste «excesivo»

Posteriormente, la vicepresidenta segunda y ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, limitó el alcance de la medida y aseguró que no tendría impacto en el objetivo de reducir el déficit público al 6% en 2011, mientras que desde Fomento se cuantificó en unos 500 millones de euros el monto inversor a recuperar, argumentando que el ajuste había sido «excesivo».

Además, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, aplazó ayer ‘sine die’ la reunión con las constructoras, prevista para este miércoles.

Zapatero tenía previsto recibir este miércoles, 18 de agosto, en el Palacio de la Moncloa a los presidentes de las principales constructoras del país para abordar los recortes de obra pública.

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha aplazado la reunión con las constructoras prevista para este miércoles, según fuentes de Moncloa. Así las cosas, la reunión no se llevará a cabo esta semana y queda aplazada ‘sine die’.

Zapatero tenía previsto recibir el próximo miércoles, 18 de agosto, en el Palacio de la Moncloa a los presidentes de las principales constructoras del país para abordar los recortes de obra pública.

En concreto, Zapatero iba a reunirse al mediodía con el presidente de ACS, Florentino Pérez; el de Acciona, José Manuel Entrecanales; el de Ferrovial, Rafael del Pino; el de FCC, Baldomero Falcones, y el presidente de Sacyr, Luis del Rivero.

Fuentes empresariales indicaron a Europa Press que las compañías tenían pensado solicitar al presidente del Ejecutivo que se introduzcan criterios de flexibilidad en el recorte inversor de 6.400 millones dictado por Fomento, porque estiman que las suspensiones de proyectos provocarán un «daño tremendo» al sector, dejándole inerme ante una medida de este calado en un contexto de crisis económica y dificultad de acceso al mercado crediticio.

En este sentido, la idea de las constructoras es buscar fórmulas específicas por proyectos, así como la ralentización de los que tengan menor efecto dinamizador de la economía, permitiendo a la vez a las empresas constructoras laminar los pagos. También quieren que se dé una solución a las autovías de primera generación.

Hace una semana, Zapatero anunció que el Gobierno se plantea retomar una serie de proyectos de infraestructuras si los Presupuestos de 2011 dejan margen para ello, lo que permitiría «aliviar» la situación tanto de comunidades autónomas como de empresas constructoras.

Posteriormente, la vicepresidenta segunda y ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, limitó el alcance de la medida y aseguró que no tendría impacto en el objetivo de reducir el déficit público al 6% en 2011, mientras que desde Fomento se cuantificó en unos 500 millones de euros el monto inversor a recuperar, argumentando que el ajuste había sido «excesivo».

Un FROB para el sector

Las constructoras solicitaron a finales de julio al Gobierno un plan para ordenar y ayudar al sector en la «importante» reestructuración a la que se verá abocado ante el recorte de inversión en obra pública de 6.400 millones de euros anunciado por el Ministerio de Fomento.

En concreto, las patronales del ramo pidieron también ayudas fiscales o crediticias a través del ICO, para que las empresas afronten las tensiones de liquidez y los problemas de solvencia que puede provocar en el corto plazo la suspensión y aplazamiento de contratos por parte del departamento que dirige José Blanco.

Además, reclamaron al Gobierno que optimice los recursos para obras públicas, recortando de otras partidas de gastos y buscando otros «yacimientos» de ingresos (privatizaciones, el pago por el uso de las vías, mayor recaudación por el impuesto de carburantes o al tabaco, el eventual copago sanitario) y la inmediata puesta en marcha del Plan Extraordinario de Infraestructuras en colaboración con capital privado.

El Ministerio de Fomento sufrirá el «mayor ajuste» en la reducción de la inversión pública anunciado por el Gobierno, con un recorte de al menos 6.400 millones de euros en dos años (2010 y 2011). En la práctica, esto supondrá retraso en la ejecución de proyectos, suspensiones e incluso anulaciones. El gasto público saca a España de la recesión: ¿qué pasará cuando caiga?

Según ha explicado hoy el titular del departamento, José Blanco, este ajuste de «gran alcance» tendrá«consecuencias en el conjunto del territorio» nacional y supondrá un retraso medio de al menos un año en la ejecución de todas las obras.

En su comparecencia en la Comisión de Fomento del Congreso, Blanco ha asegurado además que «nada volverá a ser como antes» en cuanto a construcción de infraestructuras, dado que la reducción de inversión «tendrá consecuencias en los ejercicios más allá de 2011».

Se anularán algunos contratos

Blanco, que ha acudido a la Comisión de Fomento del Congreso, ha señalado que se «van a priorizar» aquellas estructuras que sean necesarias, porque, dijo, antes de «construir más, debemos ser capaces de sacar mejor rendimiento a las que tenemos».

Además de los retrasos, el ministro ha apuntado que se van a ajustar las obras públicas y que habrá casos en los que sea preciso reprograman las inversiones, de forma que se llegue a «postponer, suspender e incluso anular», algunos de los contratos en ejecución.

Aunque se van a priorizar las obras en ferrocarriles, en las tres formas de alta velocidad, línea convencional y mercancías, «se tendrá en cuenta la colaboración público-privada para llevarlas adelante, lo mismo que las carreteras». «Nos encontramos en un momento en el que debe prevalecer la racionalidad y la austeridad», ha comentado Blanco.